miércoles, 7 de julio de 2010

Yo amo, pero no me enamoro. . .

Yo amo, pero no me enamoro. Que extraño es el corazón reservado, no ha causa de egoísmos sino de aprendizaje! Las cosas en el ámbito sentimental tanto como en muchos otros, están en crisis. Así como el realizar una inversión conlleva una serie de análisis sobre riesgos y oportunidades pareciera que las relaciones entre los seres humanos igual. Al menos, ciertos seres humanos que pensamos en nosotros, esos que pretendemos no caer en los errores del pasado, esos que, según unos pensarían, no estamos viviendo por miedo a perder.

Pero por muy cobarde que suene ¡Soldado que huye sirve para otra batalla…! mi primera entrada de este blog, antes que siquiera supiera que lo que escribí seria una entrada de blog, era acerca de la cobardía… y vienen a mi mente ciertas entradas como La evasión y otras tantas vivencias que me inclinarían a pensar que soy una reverenda cobarde. Lo peor de todo es que no tengo ninguna gana de desmentir esa idea.

No soy una persona estancada en el pasado, no tengo miedo extremo al cambio, reconozco la facilidad con la que se adapta el ser humano, o al menos yo, pero si hay algo a lo que no puedo adaptarme es al dolor, y si lo he hecho, que Dios me perdone, y corrijo inmediatamente pues si hay algo a lo que no quiero adaptarme es al dolor.

Y no creo en eso de que una mentira muchas veces dicha se convierte en realidad, pero lo que si creo es que nosotros tenemos poder sobre lo que pensamos, no siempre, pero hay ciertas cosas relativamente manejables con las que podemos llegar a subjetivar nuestra mente. Entonces por mas que el corazón lata a velocidades inimaginables en ciertos momentos, por más que tu mente te obligue a pensar en la persona todo un día o varios, por más que estés noventa i nueve porciento segura que una parte de ti realmente esta enamorada, por más que ciertas veces encuentres en ti un sentimiento tan fuerte en el pecho como si quemase, pero que no duele, por el contrario ilumina. Por mas que cielo i tierra griten su nombre tú tienes el poder de decidir si estas enamorado o no. Porque esta es una inversión que ni siquiera admite el 1% de error. Porque es un todo o nada. No son números, es un sentimiento, es frío o caliente, no hay medias, ni puntos de equilibrios donde no tienes ganancias pero tampoco pérdidas. Entonces de ambas partes debe existir algo que al combinarse sea de tal manera que no hayan grises ni semitonos. Si no hay eso…. Lo siento.

Y si pienso en mí como una cobarde, no será como una egoísta… Porque al terminar con un corazón roto (si es que esta vez no es definitivo…) no solo pierdo yo, porque me debo a una familia, a mis amigos, a mis compañeros, conocidos e incluso a un niño en el bus que se merece una sonrisa y no alguien desmotivado y con ganas de no volver a amar! no puede estar triste un corazón que alaba a Cristo dice una canción, tengo miedo de estar triste, tengo derecho a ser cobarde si es así…