En un día como hoy donde para cada uno, esperanzas mueren, tristeza llega y desesperación abunda, nace una vida. Y no es un suceso feliz, es extraordinario. Una nueva vida llega a la familia, en un hospital un pequeño corazoncito late en el mundo al cual ha llegado. Un mundo que lo recibe con más alegría de lo que sería normal. No es porque ha nacido, es porque nos hace renacer a todos.
Una mamá, un papá, un niño. Y las personas a su alrededor felices celebrando el milagro de la vida. Quiero tener un primo cada día, quiero anestesiarme de vida y de felicidad.
Martes, 19 de enero del 2010
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